El diputado provincial de Medio Ambiente, Energía y Residuos Sólidos Urbanos, Miguel Ángel Sánchez, ha anunciado hoy en Dénia que la Diputación de Alicante ha concedido al ayuntamiento una subvención de 21.000 euros para eliminar los vertidos incontrolados en cuatro puntos de la partida Amplius, una zona del término municipal de Dénia ubicada junto a la autovía A7 y que limita con el río Racons y el parque natural del marjal Pego-Oliva.
Sánchez ha visitado el vertedero ilegal acompañado por la concejala de Transición Ecológica, Maite Pérez Conejero, la portavoz del grupo municipal del Partido Popular, María Mut y el técnico superior de Medio Ambiente del Ajuntament de Dénia, José Antonio Martínez. Allí ha podido comprobar la acumulación de residuos depositados de manera ilegal y que, en muchos casos, son altamente contaminantes.
La inversión subvencionada por la Diputación contempla las siguientes actuaciones:
- La retirada de los diferentes residuos existentes.
- El desbroce de la zona, que además de prevenir incendios, eliminará especies invasoras que han poblado el terreno. Esta limpieza de vegetación sacará a la luz más residuos, ahora no visibles, que también serán retirados.
- El proyecto contempla también la reforestación de la zona con arbustos autóctonos.
- Por último, se va a vallar el acceso para impedir nuevos vertidos incontrolados.
Según ha indicado el técnico de Medio Ambiente, el de la partida Amplius es el peor vertedero que existe en el término municipal, ya que se encuentra activo y se depositan residuos peligrosos.
Su ubicación hace que sea especialmente importante erradicarlo y regenerarlo. Se sitúa en el límite con una zona húmeda –la del río Racons- y es colindante con el parque natural del marjal Pego-Oliva, por lo que hay posibilidad de contaminación de las aguas y debe ser eliminado. Asimismo, está a 15 metros de la autovía y a 20 metros de la N-332, por lo que su impacto paisajístico es evidente. Por último, hay que tener en cuenta que apareja un importante riesgo de incendio, ya que la maleza cubre la zona y las parcelas colindantes, que están abandonadas, con el peligro añadido de que el terreno limita con la estación de compresión de gas.