El festival Música al Castell ha celebrado su 30 edición con un cartel de lujo, calidad y variedad de estilos que han supuesto un nuevo salto cualitativo en la programación. Y este esmero en la propuesta ha recibido la entrega del público: un total de 3.538 personas han asistido a los conciertos celebrados en el Castillo y otras muchas han llenado las gradas de la plaza del Consell para disfrutar de las dos actuaciones allí programadas: La POP. Petita Orquestra Peiotaire y la Colla de dolçainers de Benissa ‘Pere Bigot’.
El festival comenzó el 21 de julio, con un concierto de Miquel Gil y Noèlia Llorens Titana, presentando el espectáculo de música tradicional valenciana Arrel.
La noche del 22, la explanada del Governador del castillo se llenó de la fuerza y la frescura de Las Migas, una banda de mujeres que son ya un clásico del flamenco más femenino, valiente y alegre. En Música al Castell presentaron su último trabajo, Libres, en el que juegan también con otros estilos musicales como el country, el pop americano y la música urbana. Esa noche se colgó el cartel de “aforo completo” con el total de las 700 entradas disponibles agotadas.
El sábado 23 llegó una de las actuaciones más esperadas, la de Marlango, la banda de Leonor Watling y Alejandro Pelayo, que regresan a los escenarios después de dos años con su gira “Si preguntas por ahí”.
El Septeto Santiaguero (28 de julio), con su música tradicional cubana, puso a bailar durante todo el concierto, con el aforo completo, a un público bien dispuesto a disfrutar del son y los ritmos de la isla caribeña.
Los Hermanos Cubero son, quizás, el gran descubrimiento para el público del festival. Los Cubero presentaron en Música al Castell (29 de julio) su doble álbum Errantes telúricos/Proyecto Toribio, en el que dan un paso más allá con un cancionero que fusiona la música tradicional castellana con el folclore rural de Estados Unidos.
Y llegó Kiko Veneno (30 de julio) y tal cual llegó, triunfó. Temas de su nuevo trabajo, Hambre y otros imprescindibles que el público coreaba porque son ya parte del patrimonio musical de este país. De nuevo se colgó el cartel de “completo”.
Y como complemento a tanta música, y buena, Cultura organizó una exposición de los carteles de estos 30 años de historia del festival, que se ha podido visitar en la Casa de Cultura hasta el 1 de agosto.